Translate

sábado, 24 de diciembre de 2016

Psique.

Ven, vamos a volar. A ninguna parte realmente, sólo en nuestras cabezas. Viviremos esa realidad imaginaria donde somos libres de decidir.
Tú serás el artista y yo seré la musa que te rompió el corazón, te buscarás entre otras piernas que no son las mías y yo seguiré en el empeño de hacerte inevitable de mis pasos.
Ya tengo preparada una lista de drogas para llevarte al paraíso, sólo tienes que escoger la que más rabia te dé. A mí no me ofrezcas, que no necesito; he sabido mantener el corazón de bandera blanca de mi infancia, al menos mientras quiera.
Pero olvídate de cortarme las alas, esta vez voy a estar por encima de ti y no me dejaré caer entre tus brazos como una tabla para náufragos.
Sé que molesta no seguirme el ritmo como quisieras, no entender que un día diga sí y luego que no. Podría decirte que lo siento, pero no siento nada en absoluto.
Me importa más bien poco que vayas a oscuras por las vías de mi mente, sólo te voy a pedir que te dejes llevar por el instinto una vez más. No pretendas que te siga como un perro fiel, y menos cuando no me das de comer, ni me llamas con cariño ni me dices al oído: Esta noche, quédate.
Ahora sólo importa el roce de tu piel y tus manos rasgando mi garganta, tratando de sacar algún sonido que te diga que no estoy muerta. Debería servirte sólo con el movimiento de mi pecho, pero dejando de agitarme como antes, igual ya se te hace difícil descubrir mis puntos de inflexión.
No pienses que no te quiero nada, porque no es verdad, pero tampoco te creas que evitaría salvarte de todos mis demonios, ahora que les das la vida y conseguimos llevarnos tan bien.
Acércate a mis ojos y deja que griten todo lo que he osado callarme, deja que mi espalda destile fantasía cuando la ropa ya nos molesta y ruedas por mi cintura como una canica sin ley gravitatoria.
Juega conmigo a la ruleta rusa. Te aviso que en el séptimo turno voy a atarte las manos y vas a apostar al rojo. Ya deberías saber que nunca sale cuando se juega contra mí, pero si te empeñas, no seré yo quien no sonría con malicia y te sentencie a muerte dulce.

No hay comentarios:

Publicar un comentario