Translate

viernes, 18 de enero de 2013

Sangre inflamable.

Yo te quiero, te quiero mucho, como no he querido a nadie en toda mi vida.
Dicen que cuando dos almas tienen muchas cosas en común, se funden en un mismo espíritu.
Entonces, ¿porqué tú y yo no estamos juntos?¿Es que odias a tus iguales?
Yo te quiero, te quiero mucho, como no he querido a nadie en toda mi vida.
Lo peor es que tú lo sabes, y no haces nada por colaborar.
Deja de jugar conmigo y dime: ¿Te gusto o no?
Yo te quiero, te quiero mucho, como no he querido a nadie en toda mi vida.
Y luego, están ellas; que llegaron mucho después de mí; pero claro, para ti deben ser más perfectas ya que son quienes has elegido tú.
¿Son más bonitas o más cariñosas para amarlas tanto?¿Qué es lo que te han dado?
Yo te quiero, te quiero mucho, como no he querido a nadie en toda mi vida.
¿Pero, y si eres tú mi alegría más significante de todas?¿Debo conformarme?
Porque cuando me dices te quiero en el fondo lo que quieres decir es te quiebro.
Yo te quiero, te quiero mucho, como no he querido a nadie en toda mi vida.
En serio, deja de torturarme y decídete de una vez, porque yo ya estoy harta de ser una pieza en tus juegos.
Aunque seguramente ya hayas elegido, y no haya cambiado tu opinión. En el fondo, te doy igual.
Yo te quiero, te quiero mucho, como no he querido a nadie en toda mi vida.
Da igual que intentes mantenerme a tu lado, ya no sirven las cosas bonitas que me dices, porque ni siquiera soy la única a la que se lo dices.
Sé que ellas ahora serán para ti las primeras y yo iré por detrás.
Yo te quiero, te quiero mucho, como no he querido a nadie en toda mi vida.
Del amor todos salen con vida, pero no todos con ganas de vivir.
Sí, me has destruido, pero da absolutamente igual ya.
No te seguiré queriendo, fingiendo que nada importa, que no me entero de lo que ocurre.
Ya no te quiero, te quiero mucho, como no he querido a nadie en toda mi vida.

martes, 1 de enero de 2013

Corona invisible.

¿Sabéis esos días en los que estás más nervioso por algún festejo? Pues ella está nerviosa, muy nerviosa, se le nota.
Baila al ritmo de la música, se vuelve loca, se crispa, y a pesar de ello tiene un cuidado máximo por no estropear el precioso recogido que se ha hecho en el pelo.
Está muy guapa así, moviéndose por toda la casa sin parar, buscando cosas para mejorar sus ningunas imperfecciones o no buscando.
Luces adecuadas que realzan su belleza, acústico perfecto del baño para cantar al compás de la televisión mientras se arregla, seguridad porque sabe que aún le queda tiempo para salir...
Sí, sin duda, no se le puede comparar con nada ni con nadie; está fabulosamente fantástica, ¡y eso que aún no está vestida!
Se acerca el momento, minuto a minuto, segundo a segundo que se van volando; pero todo está controlado, aún tiene tiempo para todo.
Nochevieja, año nuevo.
Las uvas, las odiosas y asquerosas uvas que tanto odia. ¿Se las tomará este año o se las saltará como siempre? Parece ser que no, que son demasiado insoportables y vomitivas.
Ya queda poco, se nota, se le nota.
Tranquila, tu moño está genial, puede que a partir de las tres ya no sea lo que es... pero ahora déjalo en paz.
Todos a la mesa, ya. Reunidos todos que empiezan las campanas, los cuartos, ¡las campanadas!¡Rápido! ¡Una!¡Dos!¡Tres!¡Cuatro!¡Cinco!¡Seis!¡Siete!¡Ocho!¡Nueve!¡Diez!¡Once!¡Doce!¡FELIZ AÑO NUEVO!
Abrazos, besos, sidra en las copas que chocan entre sí, cualquier cosa que pueda traer un buen inicio de año. Que gran comienzo, la noche promete.
Oh, ¿pero dónde vas tan rápido? Tranquila, cálmate, no tengas prisa que no queremos que se te arruine tu noche. Porque esta es tu noche, no seas modesta y digas que no.
Vaya, una auténtica princesa, eso es lo que eres ahora mismo. Ese vestido azul te sienta genial, te favorece. No se puede estar ni ser más estupenda, querida.