Translate

domingo, 1 de julio de 2018

Blanco - impo - luto.

Suena tan estúpido preguntarme a estas alturas qué será de ti, de tu risa contagiosa, de la música en tus palabras...
¿Dónde están los besos que me debes?
La absurda y sin sentido caída de telón, el final que no tuvo despedida a ojos expectantes, un libro sin última página.
Ahora inocentes inconscientes, otrora orgullosas impertérritas.
Seguro que el mundo hizo de ti toda una persona adulta, mientras que a mí sólo me deja como a una niña que no quiere crecer. No lo negaré: no quiero renunciar a tantas cosas que tenía entonces, y aunque ya no las tenga, puedo inventar que aún sí.
Aunque mejoro, voy a peor, ¿para qué negarlo?
El odio mezclado con tristeza sigue recorriendo mis venas.
Espero que de verdad encontrases felicidad a lo largo de estos años, yo me encuentro cada vez más con una vocecita en mi cabeza que me dice, con triste alegría, que en aquel entonces lo tenía todo porque te tenía a ti.
Creo que quiero hablarte y saber cómo te va, por darle un capricho a la curiosidad de la otra yo que fui en su día, pero sabiéndonos ya historia, el esfuerzo probablemente no merezca la pena.
Seguro mejor dejarlo así: un recuerdo a medio camino del olvido, sin mancharlo de impurezas. Ir a remover escombros y cenizas sería como darle grises y matices a un mundo etéreo y transparente.
Pero de veras que me sorprendo a mí misma cuando, de la nada, surge el infantil pensamiento de si tú piensas, a veces, en mí.
¿Dónde estarán los ojos verdes
más bonitos de Madrid?