Si te paras a pensarlo,
La ruleta cobró vida,
Todo comenzó hace tiempo:
Luego, el dolor se comprimió.
Antes de darme cuenta,
Aprendí que es lo falla
Ya habíamos encallado.
Sin haber felicidad.
Yo me desvivía por ti,
Subrayabas mis pupilas,
Tú mirabas hacia mí
Volando contrario al sur;
Y veías a esa chica
Con la brújula tan rota
Dada siempre a sonreír.
Sin tener a dónde ir.
Nos llovía julio encima,
Componías melodías,
Con sotavento de septiembre
Alguna hablaba de más...
En medio de la calle
Letras que arrastraba el viento
Sentenciaste a pulmón.
Se colaron en mi habitación.
No necesito la química,
Entre el humo y el tequila,
Para hablar de tú y yo.
Con los ojos enrojecidos;
El contacto de tus labios,
Sobrevive ese recuerdo:
Genera electricidad.
Escalofríos del adiós.
Mezclabas los colores,
Mezclabas fantasías,
Estrenabas paletilla.
Alentabas a seguir.
¿Cómo quedaron aquellos retratos
¿Qué fue de aquellos abrazos
Llenos de sombra y ternura
En medio de la estación
Bajo luz de luna llena?
Dispuestos a confesar?
Comprendías lo que era,
Comprendías lo que era,
Lo que nunca quise ser,
Lo que nunca quise ser,
A dónde llevan mis pasos,
A dónde llevan mis pasos,
Cuándo podré volver.
Cuándo podré volver.
Aún nos siguen quedando,
Aún nos siguen quedando,
Esas tardes de café,
Esas tardes de café,
Que van cortas de silencio
Que van cortas de silencio
Y bien largas de hermetismo.
Y bien largas de hermetismo.
Volverán a ti las memorias
Esas tardes de café,
Bañadas del alba que estrenamos
Con excesos de análisis
Mediados de líquido inflamable.
Y falta de corazón.