Translate

martes, 20 de enero de 2015

Bidireccional.

Perdón por ser así, como soy.
Perdón por enamorarme de tus ojos como hielo, de tu risa de cascabel de plata.
Perdón por hacerte sufrir lo que no debes, lo que debería sufrir yo.
Perdón por haber parado el mundo, a la vez que aceleré el tiempo.
Perdón por ir directa hacia la derrota y la victoria de todos estos años.

Perdón por querer colocarte en la estantería más alta de todas sin preguntar.
Perdón por no ver el daño que causo hasta que te quejas si no puedes más.
Perdón por toda la locura, esa que te hace odiarme y quererme al mismo tiempo.
Perdón por seguir mis impulsos y no pararme a pensar las cosas dos veces.
Perdón por aquello que no puedo darte, que me gustaría entregar y no es posible.
Perdón por intentar individualizarte y conseguir el efecto contrario.
Perdón por necesitarte más y más, y no tener ni la más remota idea de por qué.
Perdón por reírme de ti algunas veces, aunque lo haga sólo por fastidiar.
Perdón por ocultarte el motivo de mis lágrimas mientras caen desenfrenadas.
Perdón por mirar tus pupilas como si fuese a absorberte e incinerarme.
Perdón por recitarte poesía, a medida que nos va invadiendo el silencio.
Perdón por hablarte sobre el pasado del cual no me quiero desprender.
Perdón por encogerme sobre mí misma y ensimismarme en mi respiración.
Perdón por hacerte regalos con la probabilidad de que, futuramente, serán un fastidio.
Perdón por enterrarme entre tu ropa, sobre tu pecho, bajo mi silencio.
Perdón por subirme a los tejados y verme más alta cuando no estoy a tu altura.
Perdón por sonreír solamente a medias cuando la ironía se extiende como telarañas.
Perdón por tenerte suplicando que mantenga la calma y no estalle en mil sensaciones.
Perdón por no saber ocultarme, aunque sea sólo un poco, ni esconder la excentricidad de mis gustos.
Perdón por ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario