Translate

martes, 14 de abril de 2015

Malvavisco.

Mi amor, Escarlata, es a quien yo más admiro.
Su forma de rebelarse contra el sistema me deja enloquecida, su forma de actuar me deja sin palabras.
Al verla, el pulso se me acelera y me dan ganas de perderme sin importar saber regresar. Al tocarla, me canta el corazón de júbilo y siento que nada podrá frenarnos los pies, o cortarnos las alas.
Ríe como fuente recién amanecida, grita con su furia lo que no osa callar, denuncia injusticias con su extensa silueta.
Me gusta acariciarle los vértices y estremecerme de agonía al no poder poseerla en su amplitud, pues no es mía, sólo suya y de nadie más, libre como el pensamiento.
A veces, la pienso muerta y la rabia e impotencia rebosan mis límites, sabiendo que un ramo de violetas no coronará otra tumba que nunca ha de existir, sintiendo que la vida es menos alegre sin su vestido de varios colores.
Deseo que se funda conmigo y seamos una, todas las noches, cuando me sobran minutos al irme a dormir. Recuerdo su manera de pasearse por las calles y la sonrisa en contra de la formalidad, cuando es despeinada musa en forma salvaje y la esencia seductora que habita en su interior revienta el cielo.
Amo de Escarlata, más roja que la sangre, todo cuanto puede dar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario